sábado, marzo 22, 2008

HAZ DE CUENTA

La culpa la tengo yo desde el día en que hice la caricatura para mofarme de ella. Y esto, aunque parezca soberbio y exagerado, es lo más cercano a estar cuerdo entre dementes. Ahora no podemos ser indiferentes a su canto de sirena. Sus once letras embaucadoras brotan de cualquier boca, a cualquier hora y latitud. La muy cabrona, la muy ubicua. Hace un año la escuché en un sicólogo, Doctor en criminología. Qué horror. Qué espanto, como dijera el canijo Chaneque. Pero hasta él la ha dicho. Nadie se salva, nadie escapa. ¿Menos nosotros dos?. Hacer de cuenta que, el haz de cuenta es una muletilla, un artificio neurolinguístico facilón, o una frase más del imaginario colectivo, me tiene, haz de cuenta estimada lectora-lector, hasta la madre.