lunes, abril 21, 2008

Es cierto que el amor
puede salvar al hombre.
Pero cómo buscar el frente del amor
si se ha perdido en el loco instinto
de las invocaciones.

Cómo olvidar los rostros
preñados de ira
porque no acudimos
a la ceremonia ritual de la costumbre.

Un cambio de piel y de memoria
es lo que necesita
esta generación de amantes descreídos.

Nosotros, herederos del odio,
los que burlamos las fronteras del miedo;
henos aquí, héroes del milenio,
en este siglo que alumbra
sin pudor
el virtual desamparo.

Silvia Tomasa Rivera

Tomado de LOS CABALLOS DEL MAR (2000)